sábado, 5 de septiembre de 2009
AÑO DEL BUEY DE TIERRA 2009
El año 2009 será el año del Buey de Tierra. Una leyenda cuenta que, cuando Buda convocó a los animales, la Rata viajó sobre el lomo del Buey, que llegó puntualmente a la cita antes que cualquier otro animal. Sin embargo, justo en ese instante la Rata saltó del lomo del Buey y reclamó para sí el primer lugar, a lo cual el Buey, gentilmente, no se opuso. Lo importante de esta fábula es que nos enseña que los años del Buey no los podemos interpretar aisladamente, sino a la luz de su antecesor, el año de la Rata. En efecto, se dice que “lo que la Rata comienza el Buey lo termina” y en cierto sentido el año del Buey es una prolongación del año de la Rata, en el cual lo que se inició entonces se termina de consolidar.
El Buey (Chou) es la segunda rama terrestre o “signo” del zodiaco chino, forma parte de la cruz literaria (Buey-Dragón-Oveja y Perro) o, más dramáticamente "los cuatro cementerios", llamados así porque son los signos que pertenecen al elemento Tierra y representan la fase de declinación de los elementos. Más allá de estos tecnicismos, el Buey rige también sobre la segunda hora del día, desde la 1:00 a las 3:00AM, que en el biorritmo es la hora en la cual el cuerpo humano alcanza su temperatura más baja. Por otro lado, el mes lunar del Buey coincide aproximadamente con el mes de enero, que en el antiguo calendario chino del agricultor se llamaba Da Han o estación del gran frío. Así, la época que corresponde al sufrido Buey representaba la fase más dura y de mayor escasez del año, por eso el signo se relaciona con el trabajo, la paciencia, la perseverancia y la resistencia. En 1949 (el último año del Buey de Tierra) ocurrió en Oklahoma una divertida anécdota con una vaca llamada Grady, que luego de dar a luz saltó intempestivamente por la angosta entrada de un silo y quedó encerrada allí: la solución para sacar a Grady del silo (sin hacerle daño ni a la vaca ni al silo) fue un tema de discusión nacional en los Estados Unidos y así fue como una vaca se convirtió en el centro de atención de toda una nación precisamente en el año del Buey.
El Buey era el animal de tiro por excelencia en la antigua China: la yunta de bueyes tiraba del arado y con su esfuerzo y sacrificio lograba dar forma al duro suelo. Buey, en estos términos, significa “tirar para adelante”, seguir silenciosamente aún cuando todo parezca estar en contra, crear y triunfar a través del esfuerzo, el mérito, la perseverancia y la paciencia, que lograrán que el duro y congelado suelo suelte al fin su fuerza creadora y comience así la primavera.
El año de la Rata es, como habíamos anticipado, un punto de inflexión en muchos sentidos. Marca un "antes y un después" y si observamos un poco el momento político y económico del mundo, podemos ver cómo ese cambio se está generando. El Buey es la fase de consolidación de ese cambio. ¿Estamos en el buen camino? Debemos creer que sí aunque por momentos parezca lo contrario. El retorno de la luz, que parecía sólo una promesa, se encuentra ahora más cerca, aproximándose. Entonces, no es momento de ceder ni de mostrar flaqueza. Es el momento de hacer el último esfuerzo, el que nos llevará a una meta que ya puede vislumbrarse.
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